Pinceladas Esther

Pinceladas Esther
La riqueza de cada casa está en la capacidad de sus habitantes y de dejarnos sorprender por la vida, cada situación requiere esfuerzo. Abrir cajar y armarios siempre remueve la historia compartida y prepara para lo que está por llegar.

jueves, 26 de mayo de 2016


"No puedo hacer todo el bien que el mundo necesita. Pero el mundo necesita todo el bien que yo pueda hacer" 
Jana Stanfield






Con esta bella y necesaria reflexión, me he levantado esta mañana, coincide con que hace días que veo que muchas veces, por mejorar el mundo, no siempre ponemos el acento en aquello que la otra persona necesita, sino que lo ponemos en la forma en que creemos que estaría mejor.
Y he caído en la cuenta de que Jesús siempre respondía a la necesidad del otro: "Y devolvió la salud a los que tenían necesidad de ser curados" Lc 9, 11b
Esta semana somos testigos, como hace ya demasiado tiempo, no sólo de no ver la necesidad del otro y actuar para su bien, sino de hacerlo conscientes de que lo que provocamos es más dolor.
Tengo la esperanza de que seamos capaces de ser como las piedras que sostienen la tierra para que el esqueje se fortalezca y pueda crecer en tierra fértil y dar su fruto y no como aquellas que separan, contienen, o no son capaces de irse cuando ya no son necesarias.
Hacer todo el bien que uno pueda es la mejor manera de transformar nuestro pequeño entorno, y eso ya es un primer paso importante hacia una posible transformación.
Quizás es momento de parar, mirarnos a nosotros mismos y saber que es lo que podemos aportar para poder despues mirar a nuestro alrededor y "devolver la salud a aquellos que tenían necesidad de ser curados".

No hay comentarios:

Publicar un comentario