Pinceladas Esther

Pinceladas Esther
La riqueza de cada casa está en la capacidad de sus habitantes y de dejarnos sorprender por la vida, cada situación requiere esfuerzo. Abrir cajar y armarios siempre remueve la historia compartida y prepara para lo que está por llegar.

lunes, 24 de julio de 2017


""Cuando las cosas pasan deprisa nadie puede estar seguro de nada, de nada de nada, ni de uno mismo" afirma Milan Kundera en La lentitud, continua afirmando que el grado de lentitud es directamente proporcional a la intensidad del recuerdo"

"Una alternativa es rescatar nuestra relación con el tiempo. A poco a poco, con pequeños pasos. Pero esto no se hace sin una desaceleración interna..., necesitamos reaprender el aquí y el ahora de la presencia, reaprender lo que es entero, intacto, concentrado, atento y uno." (Pequeña teología de la lentitud, Jose Tolentino"

Al leer el primer capítulo iba tomando conciencia de cuantas cosas dejamos pasar por no estar, por no estar presentes,... por no vivir el tan aclamado aquí y ahora. Esa mirada, esa sonrisa, ... o simplemente el aire acariciando el rostro, todos esos detalles que llenan la vida.

Cruzar una mirada de cariño con alguien a quien no has podido saludar, pero en ese instante te hace sentir plenamente su cercanía y complicidad, eso perdemos tantas veces.

lunes, 17 de julio de 2017


Pequeñas reflexiones sobre la lentitud
(a partir de textos de José Tolentino Mendonça en "pequeña teología de la lentitud"






Hace un año tuve el placer de conocer a José Tolentino Mendonça, teólogo portugués. Entonces había publicado "Hacia una espiritualidad de los sentidos" obra muy recomendable, diría que esencial.

Ahora ha publicado un pequeño librito, con el sugerente título de "Pequeña teología de la lentitud" que ya sólo por ello me pareció imprescindible.


Con muchas ganas de adentrarme en el breve texto, inicio la lectura y me admira su intensidad y profundidad. Por lo que decido que podría compartir alguna pequeña cita con vosotros, en estos momentos en que la lentitud no siempre se considera un valor.

"pasamos por las cosas sin habitarlas, hablamos con los otros sin sentirlos, ... La velocidad con que vivimos nos impide vivir" por todo ello Tolentino nos expresa su anhelo: "que habitemos, contemplemos y nos maravillemos de cada uno de nuestros actos".

Os invito a profundizar en esta teología de la lentitud y recorrer este camino vital al que nos invita amablemente José Tolentino.

jueves, 13 de julio de 2017


Un nuevo paso en el camino


Son muchas las veces en que en la vida cambiamos de lugar, de entorno, de compañeros cotidianos,… por el motivo que sea.

Cada cambio supone un nuevo horizonte y a la vez también supone dejar atrás caras, historias, vidas… que durante un tiempo han formado parte de tu vida, en mayor o menor medida. 

“Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, pero a mí me contó un pajarito que estamos hechos de historias” nos dice Eduardo Galeano.

Yo estoy convencida de esto último, mi vida está tejida de miles y miles de historias con las que he tenido el gozo de compartir camino en algún momento, no siempre ha sido fácil, y tampoco ha sido sencillo dejar atrás según que partes de mi vida y mucho menos personas.

Hoy de nuevo, hay que dar un paso, en este camino que inicié (no por voluntad) hace dos años, cuando sentí que salía de “mi lugar en el mundo”, sé que no fue así porque cada momento tiene un lugar, y sobre todo, porque mi vida es mi lugar en el mundo desde que mi opción es clara por estar acompañando a otras personas.

Muy consciente de la cita de Teresa de Jesús que tanto me acompaña “Sólo amor es el que da valor a todas las cosas; y que sea tan grande que ninguna le estorbe a amar, es lo más necesario”. (Excl. 5-2.). Nada fácil de vivir y no siempre bien entendida pero sabiendo que en ello se enraiza la autenticidad.

Dejarme interpelar por todo lo que me rodea, una opción en la que intento ser honesta y vivir en cada momento, una opción que me ha comportado mucha vida y alegría pero también mucho dolor.

No quiero ser ingenua y pensar que en este camino no he sembrado también momentos difíciles a los demás, pido perdón por ello, y confío en que la vida nos dé la oportunidad de resarcirnos y reprender el camino con fuerza y ánimo, conscientes de que de todo podemos aprender y mejorar.

Siento que con este paso finaliza un peregrinaje de dos años, en que he conocido otras realidades, en que he caminado junto a personas que han aportado una nueva visión, y también en que he confirmado que quiero estar con gente, convivir con ellos y ofrecernos mutuamente la oportunidad de enraizarnos profundamente a la vida y disfrutarla.

Continuar tejiendo historias…